El Retorno a las oficinas: Un desafío en medio de la pandemia
- Alexander Chest

- 26 abr 2020
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La comuna de Las Condes ha sido una de la más afectada en el ámbito laboral, ya que concentra el 50% del total de edificios de oficina de las zonas más golpeadas por el virus COVID-19.
Fuente: Breal
Fecha: 26.04.2020

Gran parte de las comunas que estuvieron bajo cuarentena total la semana pasada (Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, Providencia, Santiago y Ñuñoa), acogen a aproximadamente 540 edificios de oficinas que, en su conjunto suman un total de 4,4 millones de m² de espacio útil de oficina.
Las zonas más afectadas por este virus constituyen el principal distrito financiero a nivel nacional, y medidas como la cuarentena suponen una paralización de actividades que los impactaría directamente.
Al cierre del 1° trimestre del año, se observó una desaceleración de la actividad de arriendo, sumando 15.217 m2 de absorción neta, un 54% por debajo de la registrada al mismo período del año anterior, y un 70% menor al 4T 2019. Si bien, la crisis social y sanitaria han sido muy incidentes en los resultados de este trimestre específico, esta desaceleración también es un problema de arrastre que responde a la escasa oferta disponible que estamos viendo desde hace un par de años, y que es producto del retroceso en la producción de nuevos edificios.
La comuna de Las Condes es una de las más afectadas en términos laborales, esto debido a su concentración del 50% del total de edificios de oficina, la cual alberga a un volumen de 220.000 usuarios aproximadamente, seguido por Providencia con 98.000 y por Santiago Centro con 74.000. El 30% de los usuarios de estas comunas más afectadas pertenecen a rubros de inversiones y servicios financieros.
El barrio El Golf, es uno de los centros de oficina que aglomera más gente, contando con nueve manzanas dentro de su territorio y una concentración superior a 10.000 personas por manzana. Por otro lado, el submercado de Nueva Las Condes tiene cerca de 30 edificios de oficina y una superficie útil total de 480.000 m2.
La senior research manager de CBRE, Ingrid Hartmann, comentó que uno de los mayores desafíos que plantea el retorno a las oficinas está en los traslados y las posibles aglomeraciones en el uso del transporte público, e indicó que en ese sentido es de vital importancia flexibilizar los horarios de la jornada laboral, de modo de diferir las horas punta y así poder mantener la distancia necesaria para evitar la propagación del virus.
“Dependiendo de cada oficina será relevante definir protocolos de sanitización específicos a la actividad que realizan, y por sobre todas las cosas, mantener activas y transparentes las líneas de comunicación internas de modo de crear conciencia de la importancia, tanto de las acciones individuales como colectivas”, explicó Ingrid.
Además, aseguró que si bien, hay medidas rápidas y sencillas que pueden ser adoptadas por los mismos usuarios en conjunto con el empleador, existen otras más estructurales aplicables al espacio físico, como la adaptación de salas de reuniones, implementación de elementos protección en estaciones de trabajo con atención a público, e incluso cambios en el layout de las oficinas para promover el distanciamiento.
Según Ingrid, todas las medidas llevan a repensar los espacios de trabajo tradicionales y seguir aprovechando los avances logrados en términos de teletrabajo. “Es recomendable que el retorno sea progresivo, y que la ocupación de las oficinas vaya retornando a la normalidad en la medida en que la tasa de contagios retroceda. Para esto, hay empresas que han establecido sistemas de turnos, o que incluso muestran preferencia por mantener el teletrabajo”, comentó la senior research manager de CBRE.
Asimismo, Ingrid puntualizó que “se debe priorizar una cultura colectivista que proteja y responda, de forma orgánica y unida a cualquier evento que comprometa a las personas que ahí trabajan”.
Por lo tanto, en el mediano y largo plazo, el desafío de las oficinas estará enfocado en términos de la adaptación de los espacios de trabajo y la operación interna de éstas mismas, en cuyo análisis toman relevancia las áreas de Facility Managment y Project Managment, quienes proyectan el 2020 como “un año de profundas transformaciones en la forma de trabajo tradicional”.



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