Cómo avanza Chile en la gestión de residuos de la construcción
- Alexander Chest

- 4 oct
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Se estima que el 34% de los residuos sólidos que genera el país vienen de la construcción y, aunque la industria está trabajando por reducir su impacto, aún hay temas por resolver para lograrlo.
Fuente: Capital
Fecha: 03.10.2025

El desafío está en marcha: la construcción necesita reducir la cantidad de residuos sólidos que se generan en las obras y bajar así su impacto ambiental y potenciar su eficiencia. Y es que, de acuerdo con la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena de la Construcción, Marisol Cortez, en Chile los RCD (residuos de construcción y demolición) representan aproximadamente un 34% de los residuos sólidos que produce el país.
El problema, agrega, es que la cantidad generada en obras de edificación es considerablemente mayor en comparación con los países desarrollados: “Se estima que de cada 17 pisos construidos, dos pisos terminan convertidos en residuos, el doble que los referentes internacionales”.
Karien Volker, subgerenta de Economía Circular de Fundación Chile, detalla que, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, en el país se producen anualmente unos 20 millones de toneladas de RCD. “Solo por edificación se generan del orden de 7,3 millones de toneladas al año, y no contemplan construcción informal, demoliciones (formales e informales) ni los RCD generados por desastres, por lo que el volumen real es considerablemente mayor. Solo un evento como el terremoto del 27 de febrero de 2010 puede generar del orden de 20 millones de toneladas más”.
Por lo mismo, los analistas indican que es importante avanzar hacia un mejor uso de los recursos y darle nueva vida a los residuos.
Es un tema relevante, dice el jefe de la Certificación Edificio Sustentable, Hernán Madrid, porque en el país “mayoritariamente las obras no se preocupan por la gestión de residuos, por lo tanto, tienen todo por avanzar. Tenemos un espacio aún bastante grande para que las obras que no incorporan gestores de residuos lo hagan para producir una reducción o un ahorro en generación de residuos muy grande”.
El problema, advierte Volker, es que varias regiones del país no cuentan con suficientes sitios autorizados para disposición y valorización de RCD “y se han identificado más de 1.000 hectáreas afectadas por extracción ilegal de áridos, lo que degrada ríos y ecosistemas”.
Para Cortez, estos datos llaman a “acelerar la implementación de prácticas más sostenibles y eficientes, porque no se trata solo de un tema ambiental, sino también de productividad y competitividad para el sector”. Énfasis Diversos actores públicos y privados llevan adelante una serie de programas que apuntan a abordar esta problemática.
“Estudios estiman que se podrían valorizar del orden del 80% de los RCD generados, abriendo mercados de áridos reciclados, madera circular, integrando plásticos a la gestión de las metas de la Ley REP, se pueden rescatar electrónicos y procesar, entre otros materiales”, destaca Volker, y añade que las firmas y obras públicas que lo han hecho han tenido ahorros en tiempo, costos y seguridad.
Para Federico Antico, académico de la Facultad de Ingeniería de la U. Adolfo Ibáñez, hay oportunidades de negocio en el desarrollo de plantas de clasificación y producción de áridos reciclados para infraestructura y hormigón, también en “servicios de trazabilidad y software de gestión de flujos o hacer una simbiosis industrial, para la reutilización de elementos prefabricados, con interacciones entre sectores (acería, hormigón, acero)”.
Cortez explica que el lanzamiento de una Estrategia de Economía Circular en Construcción ha marcado una hoja de ruta clara para prevenir la generación de residuos: “Desde su implementación, se han desarrollado más de 70 proyectos, con más de 100 actividades formativas, alcanzando a aproximadamente 5 mil personas capacitadas, y con la generación de 23 documentos técnicos con más de 10 mil descargas”.
Decenas de empresas han implementado planes de gestión de residuos gracias a Acuerdos de Producción Limpia (APL) y recientemente se lanzó la iniciativa “Transitando hacia una construcción circular y descarbonizada en Chile”, ejecutada desde Fundación Chile, para avanzar en cuatro pilotos demostrativos en la materia.
Sin embargo, “necesitamos actualizar el marco legislativo, regulatorio y normativo para incluir principios de circularidad en leyes, reglamentos, normas técnicas y compras públicas”, dice Volker, quien detalla que hay que avanzar en la gestión territorial y de datos, organizar al sector productivo para proveer a Chile y la región de materiales con atributos de circularidad, y formar capacidades laborales certificadas en oficios y procesos de la construcción circular.
“El potencial está”, advierte Cortez, pero depende “de avanzar en normativas claras, incentivos adecuados y de una cultura de colaboración entre empresas, proveedores y autoridades”. (Francisca Orellana)



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