Inmobiliaria pide su quiebra tras intentar "salvar" una obra y acumular deuda de $38 mil millones
- Alexander Chest

- 6 oct
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La empresa Inmobiliaria VDA Rancagua S.A. solicitó ante la justicia su liquidación voluntaria, arrastrando un pasivo que supera los $38 mil millones.
Fuente: Biobío Chile
Fecha: 06.10.2025

La firma, cuyo principal acreedor sería el banco Scotiabank, se dedicó en exclusiva al desarrollo del proyecto Edificio Plaza El Cobre en el casco histórico de Rancagua, un inmueble de uso mixto que contemplaba viviendas y oficinas, detalló Diario Financiero.
Intentó salvar la iniciativa inyectando recursos, luego que dos constructoras abandonaran las obras por problemas financieros.
El drama del “Edificio Plaza El Cobre”
Según la presentación legal de la inmobiliaria representada por Mauricio Moya Mac-Kay, el proyecto de 19 pisos partió con una planificación financiera “rigurosa” y “altos estándares de calidad”.
Sin embargo, su abogado aseguró que la obra se encontró con una serie de “eventos extraordinarios, imprevisibles y ajenos a su voluntad” que terminaron por hundir a la sociedad.
El primer golpe vino de la mano de la contratista original, Constructora e Inmobiliaria Rapel, la cual se adjudicó la obra, pero se vio forzada a entrar en un proceso de liquidación concursal tras el estallido social de 2019 y la pandemia.
Este hecho, según el jurista, generó un “impacto devastador” en la planificación.
Dos constructoras fallidas y un sobrecosto “fatal”
Conforme a lo publicado por Diario Financiero, para no dejar el proyecto en el aire, VDA Rancagua adjudicó los trabajos a una segunda firma, Viconsa Ltda. La esperanza duró poco: en febrero de 2023, la constructora también abandonó las obras alegando problemas financieros.
Ante este segundo incumplimiento, los propios directores y accionistas de la inmobiliaria tomaron las riendas, inyectando recursos propios para intentar salvar el proyecto y evitar perjuicios a los compradores y acreedores.
Gracias a esta medida de emergencia, la obra logró un avance físico del 99,5%.
No obstante, el prolongado retraso acumulado supuso un “sobrecosto estructural” que terminó por comprometer gravemente la liquidez de VDA Rancagua, llevándola a solicitar finalmente su quiebra.
Con todo, este caso se suma a una ya extensa lista de quiebras que han remecido a la industria inmobiliaria y de la construcción en el último tiempo. (Verónica Reyes)



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